miércoles, 20 de febrero de 2013

Baalbek en el valle de Beqa'a (Líbano). Antigua Heliópolis.

Isaac Moreno Gallo
Baalbek en el valle de Beqa'a, Líbano.
Templo de Baco. Elevado sobre un podio de 5 metros de altura, mide 69 por 36 metros. Se remonta a la mitad del siglo II (Antonio Pío, 128-161) y se trata de un templo períptero con ocho columnas sobre el frente (octástilo) y quince sobre los lados largos.
Todas las piedras en Baalbek son de un tamaño desmesurado. Las personas sirven de escala. Y aún veremos piedras mayores en esta ciudad.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano).
Alejandro Magno pasó por Baalbek en su marcha hacia Damasco. En la época helenística, bajo el dominio de la Dinastía Ptolemaica, a partir de 198 a. C. por el Imperio Seléucida, la ciudad fue rebautizada con el nombre de Heliópolis (ciudad del sol).
El templo de Baco se encontraba en este lamentable estado en el siglo XIX.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano).
Tras la conquista romana de la ciudad en el 64 a. C., la divinidad del santuario de Baal fue identificada con Júpiter, conservando todavía alguno de las características de la antigua divinidad indígena y asumiendo la forma y el nombre de Júpiter Heliopolitano. El dios estaba representado con rayos en las manos y encuadrado entre dos toros, el animal que acompañaba al dios Baal. En el 15 a. C. el santuario entró a formar parte del territorio de la Colonia Iulia Augusta Felix Beritus, actual Beirut. La edificación del templo fue nuevamente emprendida sobre la plataforma helenística y se concluyó en diversas etapas: el templo de Júpiter, fue terminado en el 60, bajo Nerón.
Quedan en pie seis columnas colosales, con fustes de 2,20 metros de diámetro (al fondo).
Nada en Baalbek es pequeño.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Interior del templo de Baco.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano).
A primeros del siglo XX el templo de Baco ya estaba acondicionado y se parecía mucho al que vemos hoy. Se había trabajado mucho para lograrlo.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). En el siglo XIX el templo de Baco estaba hecho una ruina y se sostenía en pie gracias a artificios provisionales.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano).
El templo de Baco en el siglo XIX, con la clave del dintel a punto de caer, y convenientemente recolocada con arte y gracia.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano).
Templo de Baco. El estado inicial del templo en la era moderna era bastante desastroso. Hubo que levantar y poner en su sitio más de una columna.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Templo de Júpiter.
En la época helenística, los soberanos ptolemaicos favorecieron la identificación del dios Baal con el dios del sol egipcio, Ra, y el dios griego Helios, con el fin de fomentar una mayor fusión cultural en el interior de sus propios territorios.
El patio del templo fue modificado en su extremidad occidental, iniciándose la construcción de un templo de formas griegas para lo cual se construyó una gigantesca plataforma (88 por 48 metros). Para ello se emplearon bloques colosales: los tres que constituyen el llamado trilithon pesan cerca de 750 toneladas cada uno.
En el movimiento de estos bloques se deja ver la mano de los expertos constructores del antiguo Egipto.
Obsérvese el tamaño de dos personas en el centro de la imagen y el de los bloques inferiores.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Templo de Júpiter.
Sobre los gigantescos bloques de la parte inferior del templo, colocados en época helenística se han elaborado muchas teorías fantásticas, pero lo cierto es que los egipcios ya tenían la tecnología para mover esas moles y aquí, en Baalbek, también se hizo.
Obsérvese el tamaño de la gente que anda sobre los bloques y el de estos. Casi 800 toneladas de peso cada uno.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Templo de Júpiter.
Monolitos de enorme tamaño perfectamente colocados y ajustados. Obsérvese su tamaño comparado con el de la persona que está de pie en el suelo, al final.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Templo de Júpiter sobre el del dios Baal. Los megalitos inferiores son del templo helenístico de Baal-Ra-Helios.
El libanés apoyado en la esquina nos da idea del tamaño de los bloques.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Un planito de ayuda para que os situéis donde está cada cosa en la acrópolis de Baalbek.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El Gran Patio. Precede al templo de Baal-Júpiter. Vista panorámica.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Nueva vista antigua de los megalitos del templo de Baal-Júpiter. Hombre apoyado abajo como referencia.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El más grande de los megalitos se quedó en la cantera. Pesa 1000 toneladas y se ignora por qué no lo transportaron. Mide 21,5 metros de longitud, con una sección cuadrada de 4,3 metros de lado.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El gran megalito de 1000 toneladas en la cantera. Foto retrospectiva y actual.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El templo de Júpiter visto desde el templo de Baco. En primer plano se ve la huella del saqueo de los metales de unión de las columnas, que siempre fue una de las causas de ruina de estos monumentos.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El templo de Baco en el siglo XIX.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El templo de Júpiter, hoy y hace más de un siglo.
La persona sentada en la basa de la columna, da idea del tamaño del conjunto.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Templo redondo o templo de Venus.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El gran Patio. Detalle de cómo se encontraba hace un siglo y de cómo se ha reconstruido.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El gran Patio. Detalle de cómo se encontraba hace un siglo y de cómo se ha reconstruido.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El gran Patio. Detalle de cómo se encontraba hace un siglo y de cómo se ha reconstruido.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). La columnas del templo de Júpiter, hace más de un siglo, con los metales que las unían a la base saquedaos.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Templo de Baco. Interior lleno de escombros en el siglo XIX.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Templo de Baco.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Tumba árabe hecha con los despojos de los templos de la ciudad romana.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano).
Tras la conquista árabe del 637, por parte de Abū ʿUbayda ibn al-Ğarrāḥ, el santuario se transforma en una ciudadela fortificada y es construida la gran mezquita en estilo omeya, hoy en ruinas. La ciudad pasó, después de la etapa Omeya y Abbasí, bajo la administración Fatimí, que la elige como capital de la provincia (vilayato) en el 972.
Saladino la conquista en el 1175 y permanece en dominio ayubí hasta el 1282, cuando es conquistada por el sultán mameluco Sayf al-Dīn Qalāwūn al-Alfī, conocido como al-Malik al-Manṣūr.
La ciudad fue saqueada por las tropas mongoles comandadas por Hulagu Khan en el 1260 y de nuevo por el ejército de Tamerlán en el 1401. Después del 1516, Baalbek entró a formar parte del imperio otomano, en el interior de la provincia de Damasco.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El templo de Baco.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). Templo redondo o templo de Venus, en el estado en que se encontró y una vez limpio.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El templo de Baco.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El templo de Baco. sección transversal de la reconstrucción dibujada.
Isaac Moreno Gallo
Baalbek (Líbano). El templo de Baco.

Baalbek (Líbano). Un paseo por los monolitos gigantes de Ballbek.

lunes, 11 de febrero de 2013

Augusta Praetoria, ciudad de la Galia Cisalpina. Valle de Aosta

Isaac Moreno Gallo
Augusta Praetoria Salassorum. Ciudad de la Galia Cisalpina en el territorio de los salasios, al pie de los Alpes, hoy Aosta (Italia). Aquí, la pared exterior del teatro. Lo poco superviviente de este edificio.
Isaac Moreno Gallo
Aosta (Italia). Arco conmemorativo.
Isaac Moreno Gallo
Aosta. Criptopórtico. Impresionante obra realizada para nivelar el suelo del Foro, que se situaba justo encima. Durante siglos fue utilizado como bodega. Enormes sillares en pilas y arcos, y un ingente volumen de hormigón de las bóvedas de cañón.
Isaac Moreno Gallo
Aosta (Italia). La Puerta Praetoria. Doble puerta de tres arcos cada una, fue entrada principal de la ciudad de Augusta Praetoria. Estuvo forrada de finos mármoles, pero (la envidia es muy mala) a alguien no le gustaba como quedaban.
Isaac Moreno Gallo
Aosta (Italia). La Puerta Praetoria. Detalle. Intenten encontrar las juntas de las dovelas del arco.
Isaac Moreno Gallo
Aosta (Italia). La Puerta Praetoria. Detalle de una de las puertas. A pesar del deterioro de las piezas, las uniones entre ellas siguen perfectas. No se ven.
Isaac Moreno Gallo
Aosta. La Puerta Praetoria. Doble puerta de tres arcos cada una. Vista desde el interior
Isaac Moreno Gallo
Valle de Aosta. Pont-Saint-Martin sobre el río Lys. El mayor arco de medio punto, en piedra, nunca construido, con 35 metros de luz. Daba servicio a la vía de Eporedia (Ivrea) a Augusta Praetoria (Aosta).
Isaac Moreno Gallo
Valle de Aosta. Pont-Saint-Martin sobre el río Lys.
Encaje en la roca del estribo izquierdo.
Isaac Moreno Gallo
Valle de Aosta. Pont-Saint-Martin sobre el río Lys.
Detalle de la filigrana de sillares romanos con un particular biselado y con las marcas de elevación. Estribo derecho.
Isaac Moreno Gallo
Aosta. Puerta y miliario de Donnas. Monumental entalle en la roca para el paso de la vía romana de Augusta Praetoria (Aosta) a Alpis Graia (Pequeño San Bernardo).
Isaac Moreno Gallo
Aosta. Taglio de Donnas. Monumental entalle en la roca con la placa conmemorativa del momento de su construcción y del artífice de la misma (en efecto, ha desaparecido).
Vía romana de Augusta Praetoria (Aosta) a Alpis Graia (Pequeño San Bernardo).
Isaac Moreno Gallo
Aosta. La vía romana que recorre todo el Valle de Aosta, hacia Alpes Graia (el Pequeño San Bernardo), ha dejado multitud de vestigios, unos más monumentales que otros.
Éste, es un muro de contención de enorme altura, con algunos sillares originales en su sitio. Sobre el muro, y aprovechando el paso estratégico, se asentó en la edad media la localidad de Bard, cuya puertecita de salida vemos en la vista izquierda.
Isaac Moreno Gallo
Aosta (Italia). Puente romano a la entrada de Augusta Praetoria, muy cerca del arco de Triunfo.
La clave, que duplica a las otras dovelas, presenta un tremendo tamaño y peso.
Isaac Moreno Gallo
Puente de Saint-Vincent, Valle D'aosta, Italia. Restos de lo que fue un precioso puente de mármol para el paso de la vía romana. Minuciosa labor de encaje del estribo del puente en la roca natural.
Isaac Moreno Gallo
Aosta. Puente de Châtillón. Otro punto de muy difícil paso, que ha requerido de puentes arriesgados en todas las épocas, es el profundo cañón del río Marmore, en Châtillon.
En la vista de la derecha vemos que sobrevive una de las roscas de la bóveda del que fue el puente romano.
Isaac Moreno Gallo
El llamado Pont d'Aël, está situado en Aymavilles, al suroeste de Aosta. Se trata de un puente acueducto de unos 2,30 metros de anchura, 60 de altura y 14,20 de luz. Su especial singularidad consiste en que era privado, propiedad de un individuo, no público. Así se puede leer en las placas dispuestas sobre la clave del arco.
El canal fue convertido en paso peatonal en la edad media. Debajo de él, una galería interior permite el paso de personas para el registro de la parte inferior del specus.
Isaac Moreno Gallo
Aosta. Enorme entalle en la roca para el paso de la vía romana, en el ascenso hacia Alpes Graia (el Pequeño San Bernardo). En Runaz, Valle de Aosta (Italia), en los cañones del río Dora Baltea.
Isaac Moreno Gallo
Valle de Aosta. Dos mil años de caminos en el ascenso al Pequeño San Bernardo. Caminos antiguos de varias épocas, incluidos vestigios de la vía romana. En Runaz, en los cañones del río Dora Baltea.
Isaac Moreno Gallo
Runaz, Valle de Aosta (Italia). Entalle en la roca para el paso de la vía romana, en los cañones del río Dora Baltea.

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